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lunes, 24 de agosto de 2015

EL PODER DE LAS RELACIONES. LA CONFIANZA

Vivimos en un mundo global donde cada día se ha convertido en prioritario el Yo, sobre el nosotros. Este es el gran error de la sociedad en la que vivimos. Las redes sociales, las nuevas tecnologías cada vez nos acercan más en  las comunicaciones, pero también nos alejan más en nuestros valores humanos, en nuestras relaciones personales verdaderas. Dedicamos más tiempo a un chat o a una red social, que hablar con los demás y relacionarnos con ellos.

Serás mucho más feliz, si aprendes a estar auténticamente con las personas de tu vida, con las personas que amas, y construyes relaciones extraordinarias con ellas.

Pretendemos que nos valoren, cuando nosotros no lo hacemos. Deseamos que nos den amor, confianza y una buena disposición, cuando nosotros nos centramos en nuestro Yo, y generalmente ignoramos al resto de seres humanos. Deseamos que se interesen en nuestras esperanzas, sueños y deseos, cuando nosotros ignoramos los suyos de forma consciente o de forma insconciente.

El corazón humano es en realidad mucho mas poderoso que la mente. Las personas no recordarán lo que dijiste o hiciste tal vez, pero nunca olvidarán como las hiciste sentir. Los demás pueden sentir si te importan , pueden saber si consideras sus intereses con el corazón. Por más hábil que seas no puedes fingir afecto, si de verdad no lo tienes. Las personas deben sentir que eres genuino. Deben sentir que eres congruente, coherente y consistente. Tus actos hablan más alto que tus palabras. La grandeza de una persona depende sobre todo de que lo que dice, lo que hace y lo que piensa, estén en consonancia. Preocúpate genuinamente por los demás. Debemos ser más humanos, como padres, como esposos, como amigos, como compañeros, como jefes. Haz por ellos lo inesperado y entrégales algo de ti mismo.

El éxito en la vida se resume en la confianza. La gente necesita confiar en que la quieres ayudar. Si hay confianza todo fluye con naturalidad.

Los mejores líderes, las mejores personas dejan ver sus debilidades, son verdaderos y la gente los ama por eso. Ser abierto, coherente, congruente y consistente en todos los ámbitos de la vida es una enorme ventaja competitiva en estos días. Te diferenciará de los demás y cimentará la lealtad de todas tus relaciones.

Sin confianza tus clientes no te comprarán, tus colegas no te escucharan y no te harán caso ni tu familia, ni tus amigos. La clave es la confianza. Sin ella, tus relaciones son sólo el caparazón de lo que podrían ser.

Cada vez que interactuamos con alguien debemos aportarle valor, depositar nuestra confianza en esa persona, sin esperar nada a cambio. Cada vez que aportas valor a alguien profundizas en la relación. Por el contrario si sólo nos centramos en nuestro Yo, retiramos valor en esa relación y la misma se deteriora o destruye.

El afecto constante y la verdadera bondad son muy poderosos, especialmente en una sociedad donde la gente está tan ocupada que ha olvidado como tratar a los demás.

Si aplicas la siguiente filosofía: " Tus éxitos son mis éxitos y tus problemas los míos", verás que tus relaciones crecerán diariamente. Cuando conozcas a alguien, concédete un segundo y recuerda honrar la bondad que hay en esa persona.

" La vida es breve. No olvides las cosas más importantes en la vida: vivir para otros y hacerles el bien".  León Tolstoi.